Me paso el día diciéndoles a mis amigas que odiar es una palabra demasiado fuerte como para decirla tan a la ligera. Yo odio estar solo, tú odias tus dientes torcidos, él odia a esa persona...
Odiar a alguien es hacer una bola interna con todo lo que te molesta de ella e intentar lanzársela a la cara o incluso a la espalda cuando no mira, que no sé qué es peor. Que no sé qué te hace peor.
Odiar perjudica no al que la recibe, sino al que la lanza con toda su rabia.
El odio se lo dejo a las personas necias que no son capaces de entender que solo están perdiendo su preciado tiempo y encima se lo están regalando a quien no se lo merece.
Borra a esa persona de tu vida, y cuando no quede ni rastro de ella, entonces pierde el tiempo con quien te ayude a encontrarlo.
No hace daño quien quiere sino quien puede.
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